Gangrenas por compresión externa.

Gangrenas por compresión externa.  Basta recordarlas, porque no suelen plantear ningún problema de diagnóstico:

     A) Las más frecuentes son las escaras de la piel por decúbito, especialmente frecuentes en la región sacrocoxígea, en cuya génesis colaboran trastornos tróficos, caquécticos y la maceración e infección de los tejidos lesionados. Se presenta principalmente en enfermedades nerviosas (hemiplejías, mielitis, traumatismos de la columna vertebral, etc.) y en enfermedades infecciosas largas y debilitantes (tifoidea, septicemias, etc.), sobre todo cuando los enfermos están mal cuidados, con inmovilización e incontinencia urinaria.

    B) Gangrenas de un segmento importante de los miembros pueden aparecer a consecuencia de vendajes o apósitos enyesados, incorrectamente aplicados con isquemia por compresión excesiva. Aun, aparte de los apósitos, una simple fractura puede producir gangrenas distales, por compresión cicatrizal o por mecanismo trófico. En algunos casos se han observado gangrenas de los dedos por el uso de muletas; es un accidente mucho más raro que el de las compresiones del plexo braquial por este mismo motivo.

     C) Indicaré también la posibilidad de la gangrena debida a la compresión de la piel o de segmentos de órganos por tumores voluminosos, aneurismas, etc.