Ptosis del párpado superior.

Ptosis del párpado superior.  Es una manifestación muy frecuente en las oftalmoplejías (Þ); al hablar de éstas, he comentado la ptosis palpebral; resumo aquí los principales datos. Puede ser unilateral o bilateral y aparecer aislada o asociada a otras parálisis oculares y a diversas otras manifestaciones del sistema nervioso:

     A) Puede aparecer aislada, por lesión del motor ocular común (III par) unilateral. Si la parálisis de este nervio es completa, además de la ptosis hay estrabismo externo, inmovilidad del ojo, midriasis (Þ). Su causa principal es, como se ha dicho, la sífilis; en esta infección se debe pensar siempre que aparece una ptosis en un sujeto de apariencia normal. Al comienzo puede desaparecer espontáneamente, para volver a reaparecer. Todas las formas de la sífilis pueden ser su causa: goma, foco meningítico, tabes dorsal, parálisis general.

     B) Otras veces, la ptosis se asocia a otros síntomas:

     1. Síndromes pedunculares (Þ) o protuberanciales (Þ).

     2. La ptosis tiene importancia especial en los síndromes llamados polioencefalitis superiores, es decir, síndromes debidos a la lesión difusa de los núcleos grises del encéfalo. En realidad, no se trata de una enfermedad, sino de síndromes debidos a distintas causas: vasculares, infecciosas, tóxicas, alimentarias; por eso muchos autores suprimen este capítulo de las poliencefalitis y estudian, en los capítulos correspondientes, el reblandecimiento cerebral de forma polioencefalítica y las encefalitis infecciosas o tóxicas de forma polioencefalítica, etcétera. Hay una forma crónica y otra aguda de las poliencefalitis:

      a) Polioencefalitis superior crónica (Hutchinson), llamada también oftalmoplejía nuclear progresiva. Se trata de lesiones generalmente vasculares, de tipo lagunar, de etiología tóxica o infecciosa (muchas veces, arteritis sifilítica), que asientan en la región pedunculoprotuberancial y, principalmente, en los grupos celulares de los núcleos oculomotores. Sus síntomas esenciales son: oftalmoplejía doble, simétrica, intensa, que suele comenzar por ptosis doble; estrabismo convergente o divergente, con diplopía; ojos inmóviles; estos datos, unidos a la desviación hacia atrás de la cabeza y la contracción del músculo frontal (para compensar la ptosis), contribuyen a la típica facies de Hutchinson. Generalmente, no hay oftalmoplejía interna; pero, a veces, sí la hay (paresia o parálisis a la luz y a la acomodación).

      b) Polioencefalitis superior aguda (encefalopatía de Wernicke). Se debe a lesiones hemorrágicas de los mismos núcleos de la forma crónica, de naturaleza, por lo común, sifilítica o tóxica, especialmente alcohólica, en nuestros medios y dependiente de una carencia de vitamina B1. En ella la oftalmoplejía es tan constante que si no existe es muy dudoso el diagnóstico, o por los virus neurotropos, como el de la encefalitis epidémica o el de la poliomielitis anterior aguda; o por avitaminosis B (beriberi cerebral); en otros casos no se descubre la posible causa. Generalmente es el motor ocular común (III par) de ambos lados el paralizado, con ptosis doble y los demás síntomas de la parálisis de este nervio (Þ). Pueden afectarse también el patético (IV par) y el motor ocular externo (VI par), con habitual integridad de la musculatura intrínseca del ojo, pero que por fin se afecta también, con falta de respuesta pupilar a la luz y a la acomodación. Otros síntomas posibles: parálisis facial; hemiplejía o hemiparesia (que puede ser el primer signo); cefalea, delirio, somnolencia; síntomas cerebelosos; ataxia; trastornos mentales, nistagmus, anorexia, vómitos; fiebre. Muerte, por lo común, rápida.

     3. En la jaqueca oftalmopléjica puede haber ptosis transitoria (Þ).

     4. En la meningitis tuberculosa, la ptosis puede ser el síntoma inicial, a veces transitorio, para reaparecer (Þ).

     5. En los tumores de la base; raramente en los de otras localizaciones.

     6. Excepcionalmente, en la esclerosis en placas (Þ).

     7. En la miastenia seudoparalítica; doble, variable (Þ).

     8. En intoxicaciones diversas: difteria, saturnismo, alcoholismo, cloruro de metilo y, sobre todo, en el botulismo (Þ).

     9. En la parálisis del simpático cervical, acompañada de enoftalmos y miosis (síndrome de Claudio Bernard-Horner): (Þ).

     10. Hay una ptosis congénita de los párpados, debida a la hipogenesia o agenesia del elevador del párpado. Es frecuente que se asocie a otras malformaciones congénitas, sobre todo al cráneo en torre (Þ) o a otras malformaciones craneales.

     11. Ciertas lesiones de los párpados, como edemas crónicos, mixedema, edema angioneurótico, tracoma, etcétera, pueden acompañarse de ptosis.

     12. No hay que confundir la ptosis palpebral con el blefarospasmo histérico —impropiamente llamado ptosis histérica— debido a una contractura y no a una ptosis. Se caracteriza por la coincidencia de los signos generales histéricos (Þ) y por los caracteres del espasmo: el párpado resiste a la elevación pasiva que el clínico intenta; la ceja está descendida, no hay contracción del frontal, como en la ptosis verdadera, para compensar a ésta.



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