Ginecomastia puberal.

 Ginecomastia puberal.  Es frecuentísima, y puede, en sus grados mínimos, considerarse como un fenómeno casi normal de la fase intersexual de la pubertad masculina. La mayoría de las veces se limita a una ligera hipertrofia del pezón y del área mamilar; en los casos intensos, la mama entera se hipertrofia y recuerda a la de la niña en esta edad. Puede acompañarse de mastitis pasajera. Unas veces es un síntoma intersexual aislado; otras se acompaña de diferentes manifestaciones feminoides y, muy frecuentemente, de adiposidad del tipo de la del síndrome adiposogenital (Þ); en estos casos, además de la ginecomastia verdadera, hay, como he dicho, seudomama adiposa.

Es una manifestación casi siempre pasajera, que desaparece espontáneamente al cabo de un año o año y medio. En total se presenta, aunque a veces en grados mínimos, casi inadvertidos, en el 36 por 100 de los niños puberales.