Alteraciones de la voz en las afecciones endocrinas

Alteraciones de la voz en las afecciones endocrinas:

      A) En el mixedema la voz es apagada, sin resonancia por la infiltración mixedematosa de la laringe (mixedema laríngeo: Marañón, Jiménez Quesada); esta afonía, unida a la lentitud en la emisión de la palabra, constituye un conjunto tan típico, que basta oír hablar a estos enfermos para diagnosticarlos (Þ). Además de bradilalia la palabra es disártrica en el mixedema.

     B) En la acromegalia, la voz es particular, de timbre profundo, resonante, por el gran desarrollo de la laringe y de los senos craneales; a veces con un acento un tanto grotesco, de polichinela (Þ).

     C) El sentido sexual de la voz puede tener valor diagnóstico. La voz viril en la mujer es típica de los estados de virilización; pero este carácter sexual, como todos los demás, puede invertirse aisladamente, y así vemos mujeres de morfología muy femenina y con voz viril. La voz femenina en el hombre es propia de los estados de feminidad: eunucoidismo, síndrome adiposogenital. Un estudio detenido de la calidad de la voz cantada es interesante desde este punto de vista: las voces propiamente masculinas son las de bajo, barítono y tenor dramático; las propiamente femeninas son las de soprano ligera y dramática; la voz de tenor lírico es una voz de acento intersexual en el hombre; así como la contralto es una voz de acento intersexual en la mujer. Cada una de estas voces coincide, casi siempre, con las morfologías correspondientes: muy viriles en los hombres con voz de bajo; muy femeninas en la mujer con voz de soprano lírica; intersexuales en el tenor lírico y en la contralto, etc.