La vómica por absceso pulmonar

La vómica por absceso pulmonar sigue en frecuencia a la anterior. Sus causas principales son:

     A) Abscesos postneumónico, postgangrenoso, después de un infarto pulmonar séptico.

     B) Los abscesos parasitarios (amebiano o hidatídico) merecen un comentario aparte, porque no es raro que sean insospechados, habiendo dado anteriormente un síndrome muy leve o nulo y siendo la vómica el accidente revelador:

     1. La vómica hidatídica es excepcionalmente anterior a la supuración del quiste; cuando así ocurre, el enfermo arroja una gran cantidad de líquido como agua, con o sin trozos de membrana. Con mucha más frecuencia, el quiste había supurado y el enfermo expele, simplemente, gran cantidad de pus, como el de un absceso o un empiema, pero generalmente inodoro y con hollejos de uva que permiten hacer un firme diagnóstico. Otros síntomas: (Þ).

    2. La vómica amebiana aparece en individuos que han vivido en países de disentería endémica y con antecedentes disentéricos (enterocolitis, absceso hepático); pero estos antecedentes pueden ser discretísimos o ignorados; no es raro que la vómica sea el primer accidente de una disentería latente. El pus es viscoso, menos amarillo que el pus habitual, frecuentemente mezclado con estrías de sangre.