Edemas de origen renal.

Edemas de origen renal.

Con los motivos cardiacos, son los renales los responsables de mayor número de casos de edema.

El edema renal es general.

Sin obedecer al decúbito como el circulatorio, como éste, puede terminar produciendo anasarca. Tiene, muchas veces, una preferencia inicial por los párpados y la conjuntiva, y, en general, por la cara, diferenciándose del edema cardiaco, que, como hemos visto, afecta inicialmente los tobillos. Sobre todo en niños, puede empezar por edema glótico. Mas, al fin, el edema nefrítico se acumula también en las piernas cuando el individuo anda, o en el dorso cuando está mucho tiempo echado.

La diferencia con el edema cardiaco puede ser, por tanto, dificultosa, sin contar con que, en ocasiones, las dos patogenias, la cardiaca y la renal, colaboran en su producción. No obstante, es muy típica de los nefríticos la cara abotagada, con los párpados hinchados, generalmente pálida, alabastrina, con edema de las conjuntivas, que da al ojo la sensación de que tiene una lágrima próxima a caer (Bright). Esta cara nefrítica puede confundirse con la cara infiltrada de la obstrucción de la vena cava superior; pero en ésta hay, además del edema, cianosis e ingurgitación de las venas del cuello, que faltan en la nefritis.

Se puede confundir también con la cara del mixedematoso, y aumenta la confusión el que en el mixedema puede haber albuminuria; pero en el mixedema no hay edema de la conjuntiva, la cara no es blanca, sino amarillenta, y con frecuencia se presenta en las mejillas una chapeta de vénulas extasiadas; sin contar con la existencia de los otros síntomas de esta enfermedad.

El edema palpebral nefrítico es, sobre todo, matutino, debiendo diferenciarse del edema palpebral que presentan algunos individuos sanos, sobre todo mujeres, al despertar de un largo sueño, singularmente si éste ha seguido a una noche agitada (alcohol, excesos sexuales, calmantes); pero, a su vez, estos edemas matutinos deben ser considerados como sospechosos; en ocasiones, después de prolijos exámenes, he podido descubrir, en tales casos de edemas del sueño, lesiones iniciales del miocardio, del riñón o de insuficiencia tiroidea inicial (preedema). El edema nefrítico no deja fóvea, el nefrótico sí.

Las lesiones renales que producen edema son:

A) Las glomerulonefritis agudas.

Frecuentemente, el edema es el primer síntoma. Se presenta en el 65 por 100 de los casos .

B) Las glomerulonefritis crónicas.

Se presenta el edema en el 85 por 100 de los casos, sobre todo en su fase nefrótica. Suele ser un edema no intenso, variable y limitado a la cara, muchas veces a los párpados y conjuntivas.

C) La nefrosclerosis.

Se acompaña de edema discreto de la cara, quizá sólo de la conjuntiva, en el 60 por 100 de los casos .

D) En el síndrome nefrótico.

Principalmente en la «nefrosis lipoidea», el edema es una manifestación característica, constante, muy intensa, general, muchas veces acompañado de anasarca. La ascitis de estos enfermos (también la de los nefríticos, pero menos frecuentemente) es especialmente sensible a las infecciones, no sólo a las de una punción poco cuidadosa, sino a las espontáneas, hematógenas, generalmente de neumococos, a veces, con rápida marcha mortal. Se acompaña de proteinuria importante, causal de la hipoproteinemia y ésta de los edemas.



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Comentarios:

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1 Comentario en Edemas de origen renal.
  1. h edo Celedón b dice:

    Muy interesante todo

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