Aneurisma de la aorta.

Aneurisma de la aorta.  Produce el síndrome mediastínico, sobre todo si hay periaortitis. Si hay soplos y otros síntomas vasculares, el diagnóstico es fácil; si el aneurisma es mudo y sólo se revela por la sintomatología mediastínica, el juicio es más complicado. La radiografía es esencial; sin embargo, prácticos poco expertos pueden tomar por sombras aneurismáticas otras sombras redondeadas que aparecen a la izquierda del hilio, en la región de la aorta descendente: tales las de la linfogranulomatosis, sarcomas, etc. La sombra aneurismática es menos uniforme que la de los tumores; sus contornos son netos, pero a condición de que no exista periaortitis, en cuyo caso aparecen esfumados; a veces, se observa bien la pulsación del saco aneurismático; mas los tumores pueden presentar una pulsación transmitida, quizá más fuerte que la del aneurisma. En casos raros se produce una parálisis del recurrente izquierdo con parálisis del aductor de la laringe y voz bitonal o ronca, y, a veces, afonía completa (Þ). El aneurisma del tronco braquiocefálico puede también producir un síndrome mediastínico superior. Hemos observado casos sin pulsación a radioscopia, por los coágulos que ocupaban el saco aneurismático.