Adenopatías de las cavidades.

Adenopatías de las cavidades.  No siendo visibles, se denuncian por síntomas y exploraciones indirectas, y las torácicas por los rayos X:

     A) Adenopatías intratorácicas:

     1. Cuando alcanzan gran tamaño, como en la linfogranulomatosis, el linfosarcoma o las metástasis cancerosas o, raramente, ciertas adenitis infecciosas, se producen los síntomas de la compresión mediastínica (Þ).

     2. Las adenitis infecciosas, como digo, es raro que produzcan síntomas de compresión. Las más frecuentes son las tuberculosas, pero en los niños con estado linfático, cualquier infección puede originarlas: pulmonía, sarampión, focos sépticos de la cabeza (amigdalitis, sinusitis, focos dentarios, etc.). Son frecuentísimas en el niño, tan frecuentes como la tuberculosis misma; pero sólo en un número reducido de casos dan síntomas topográficos, revelándose únicamente por la radiografía. En otros casos, los ganglios tuberculosos pueden adquirir tamaño suficiente para producir un síndrome: tos seca, coqueluchoide, accesos de disnea de tipo asmático, atelectasia pulmonar por compresión bronquial, compresión de la cava superior con edema de la cara y cianosis, etc.; pero, aun en estos casos, la comprobación sólo se hace radiográficamente. Los síntomas de percusión y auscultación tienen muy poco valor; véase su crítica (Þ). Los síntomas generales son delgadez, mal color, astenia y febrícula. Antes de la radiografía se abusaba de este diagnóstico, adjudicándoselo a toda persona con febrícula a la que no se encontraba ninguna lesión (Þ), y quizá el abuso fue aún mayor en los primeros tiempos radiográficos, en los que se interpretaban como sombras ganglionares todas las sombras hiliares que aparecían en las placas, en posición frontal. Hoy sabemos, por una parte, que varias lesiones pulmonares, no adenopáticas, pueden dar lugar a estas sombras; su clasificación como ganglionar exige siempre una crítica muy cuidadosa, exámenes radioscópicos complementarios en posiciones oblicuas, etcétera.

     B) Adenopatías intraabdominales y pélvicas. Las tres grandes causas —infecciones, cáncer, hemopatías— producen la hipertrofia de los ganglios mesentéricos. Es excepcional que estas adenopatías abdominales se lleguen a palpar; a veces, sí, se tocan bien las de la fosa iliaca derecha. Su diagnóstico, generalmente, se presume partiendo del diagnóstico previo de las lesiones iniciales, cuyas consecuencias son los ganglios hipertróficos. Su principal manifestación clínica se refiere a los síndromes de compresión: ascitis (Þ), edema de las piernas (Þ), ictericia (Þ), cólico hepático (Þ), estrechez intestinal (Þ), compresión del uréter (Þ), etc. Hay algunos casos en que un ganglio o grupo de ganglios abdominales se inflaman súbitamente, o sufren reactivación intensa de su estado inflamatorio habitual, dando lugar a síntomas abdominales agudos, que recuerdan a la apendicitis, etc. (Þ):

     1. De las infecciosas, la más interesante es la tuberculosis, singularmente la peritoneal, que puede acompañarse de masas ganglionares enormes, accesibles a la palpación, sobre todo en el niño (Þ). Existen formas retroperitoneales de tuberculosis ganglionar, sin otras adenopatías, que no se palpan y cursan con fiebre y afectación del estado general —anemia, anorexia, astenia, pérdida de peso— que son responsables de «fiebre de origen desconocido»: es la clásica «tabes mesarraica». La linfografía, la TAC o la ecografía, eventualmente la biopsia por laparotomía, las detectan. Las adenopatías de las colitis (disentéricas o banales), de la tifoidea, de las inflamaciones de la fosa iliaca derecha, etc., tienen poco valor diagnóstico si exceptuamos a la adenitis mesentérica por Yersinia pseudotuberculosis que puede confundirse con una apendicitis por el dolor en f. i. d. y la fiebre.

     2. Las cancerosas (cáncer del estómago, colon, órganos genitales, etc.) producen adenopatías a veces importantes, por los síntomas de compresión, idénticos a los antes citados.

     3. Lo mismo ocurre con las adenopatías de las leucemias y linfogranulomatosis.



  • adenopatia pelvica
  • adenopatias intraabdominales
  • adenopatias pelvicas

  • adenopatia iliaca
  • adenopatia iliaca derecha

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