Aborto, infecciones generales.

Entonces hay que investigar las causas generales y, ante todo, las infecciones generales:

      A) No tienen interés diagnóstico los abortos provocados por una infección aguda: tifoidea, cólera, etc. Debe advertirse que las infecciones bien tratadas, sobre todo desde el punto de vista de la alimentación, son casi siempre compatibles, aun siendo graves, con un embarazo normal.

     B) Una especial significación tiene el aborto en la brucelosis (Þ) y en la fiebre ondulante del aborto o de Bang (Þ). Desde luego, el aborto, en estas infecciones, es en la especie humana mucho menos frecuente que en las especies animales (cabra, vaca, cerda); pero se observan algunos casos, sobre todo en mujeres que, por la levedad del cuadro clínico, hacen una vida normal o casi normal, sin el debido reposo. Suele aparecer hacia los cincuenta días de la fiebre, muchas veces precedido de un brusco descenso de la temperatura: estos descensos, en mujeres embarazadas, con dichas fiebres, deben, pues, ser muy atendidos. La suposición de que la listeriosis fuese causa de abortos repetidos ha quedado descartada. En la fiebre recurrente es frecuente el aborto.

     C) En este capítulo de las infecciones, la más importante era la sífilis. Hace años, sin embargo, se atribuían improcedentemente a la sífilis abortos repetidos debidos, en realidad, a otros motivos, sobre todo a los endocrinos que luego enumeraré. El aborto sifilítico, hoy inexistente en los países occidentales, generalmente indoloro, suele ocurrir entre el cuarto y el quinto mes; el feto puede estar macerado y presentar estigmas sifilíticos; pero puede tener una apariencia normal. Es inútil decir la importancia de la investigación cuidadosa de los antecedentes y de las reacciones serológicas; así como la conveniencia de un tratamiento antisifilítico de prueba en los casos dudosos.

     D) Otras infecciones crónicas pueden ser la causa del aborto repetido: tuberculosis, paludismo, etc.; pero con mucha menos frecuencia. No he visto ningún caso convincente de aborto repetido por focos sépticos latentes, que citan algunos autores.