Rectitis (proctitis).

Rectitis (proctitis).

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La rectitis produce el síndrome rectal en toda su intensidad. Pueden ser difusas o ulcerosas y, en este último caso, dar lugar a necrosis o absceso:

A) Las más importantes son las disentéricas: amebianas o bacilares.

B) Las sifilíticas y tuberculosas, que generalmente no se manifiestan hasta que aparecen síntomas de estrechez.

C) Rectitis blenorrágica. Es rara. Puede presentar un cuadro agudo, disentérico, con intensos síntomas generales pero en otros casos origina sólo ligero tenesmo, ardor en el ano y a veces defecación dolorosa. El diagnóstico se sospecha por los antecedentes sexuales y se confirma bacteriológicamente. Aparece en homosexuales y es rara en la mujer. Puede, tardíamente, dar lugar a estrecheces.

D) Rectitis estercorácea. La intensidad del estreñimiento rectal, por disquecia, con permanencia muy prolongada de coprolitos durísimos en la ampolla, puede provocar rectitis, quizá ulcerosas, que a veces suscitan la sospecha de lesiones graves, incluso el cáncer. El diagnóstico exacto se basa en la exploración digital, que descubre los escíbalos, en el examen rectoscópico, y en el resultado inmediato del vaciamiento rectal y de la curación del estreñimiento. A veces ocasiona una falsa diarrea, «estercorácea», por irritación.

E) Rectitis hemorrágica. Es una lesión idéntica a la colitis ulcerosa o hemorrágica. A veces, coexisten las dos (rectosigmoiditis o rectocolitis hemorrágica). Cuando se presenta estrictamente localizada en el recto, afecta principalmente a mujeres jóvenes con trastornos menstruales, y se manifiesta por las hemorragias, ya puras, ya de tipo disentérico; a veces se añaden los demás síntomas rectales, pero es más frecuente que no haya dolores y que se conserve bien el estado general. Al examen rectoscópico, que es indispensable, se aprecia una congestión difusa de la mucosa, con un punteado hemorrágico y, quizá, erosiones, como finos arañazos; pero habitualmente sin úlceras. Suele acompañar moco y pus a la sangre.

F) Es raro, pero debe citarse, el síndrome rectítico debido a la periarteritis nudosa, con síndrome disenteriforme (un caso mío); se diagnostica por los síntomas de las otras localizaciones y por la imagen rectoscópica, que acusa las nudosidades en el trayecto de las arterias.