Piel laxa, dermatolisis (Alibert).

Piel laxa, dermatolisis (Alibert).  La piel laxa es también distendible, pero no elástica; cuelga en arrugas laxas; se la puede estirar como la hiperelástica, pero no vuelve a su posición normal. Se debe también a una anomalía congénita del mesodermo: las fibras elásticas, en lugar de ser poderosas como en el síndrome anterior, faltan en éste. En algunos casos hay una hipertrofia de la piel y del tejido subcutáneo, que forman pliegues densos, sobre todo en el cuero cabelludo: lesión asimilable al nevus llamado cutis verticis girata (Þ). Ya he dicho que suele ser difícil, en muchas ocasiones, el diferenciar la piel laxa de la hiperelástica. Se presentan ambas en las mismas condiciones clínicas. Es curioso que la piel laxa, en el rostro, puede producir en éste una rugosa deformidad que recuerda a la clásica facies leonina de la lepra. Hay un caso nuestro (resuelto por la anatomía patológica) y otros, de otros autores, en los que se planteó el diagnóstico diferencial.