Prurito en las enfermedades de la sangre.

Prurito en las enfermedades de la sangre.  En las anemias graves, pero, sobre todo, en las de naturaleza leucémica, en todas sus variedades; y muy particularmente en la linfogranulomatosis de Hodgkin, puede haber intenso prurito. En estas dos últimas enfermedades el prurito puede preceder largamente a la sintomatología clásica, adquiriendo verdadero valor diagnóstico; por ejemplo, en casos de linfogranulomatosis sin ganglios visibles, la fiebre persistente y el prurito pueden, sin más, orientar con acierto. La policitemia vera puede acompañarse de prurito, incluso intenso, de sensación de quemazón, sobre todo después del baño caliente o frío. En la anemia ferropénica puede existir prurito generalizado o localizado. Incluso en sideropenias sin anemia puede existir prurito y desaparecer con la ferroterapia. En otros linfomas no hodgkinianos pueden presentarse dermopatías pruriginosas.

     También en el linfoma tipo micosis fungoide que puede ocasionar prurito intenso puede sospecharse por las zonas eritematosas circinadas y reconocerse por la biopsia cutánea.