Náusea.(Estado nauseoso)

Náusea. (Estado nauseoso)

     El valor semiológico de la náusea es el mismo que el del vómito. Remito a este capítulo al lector (Þ). Aquí recordaré solamente que, en muchas ocasiones, la manifestación patológica se reduce a la náusea; cuando ésta se hace permanente, se llama estado nauseoso. Se presenta éste, principalmente, en los siguientes casos:

     I. Entre los estados digestivos, en las afecciones hepáticas, desde las más graves (como la atrofia amarilla del hígado), pasando por los pródromos de la hepatitis vírica, hasta simples estados constitucionales, como la colemia familiar, en la que hay, por temporadas, estado nauseoso matutino (Þ). En la gastritis y en el ulcus, si existen vómitos van precedidos de náusea.

     II. En las intoxicaciones, ya del tipo alimentario (botulismo, etc.), ya del medicamentoso, profesional, etc. (fósforo, arsénico, monóxido de carbono, gas ciudad, etc.). En personas muy sensibles, simplemente la entrada en atmósferas no ventiladas provoca el estado nauseoso.

     III. En el comienzo de muchas infecciones obsérvanse más que vómitos un típico estado nauseoso.

     IV. En estados nerviosos, como los tumores cerebrales, la meningitis, el vértigo de Ménière u otro y en la jaqueca aun sin cefalea, etc. Pero en la mayoría de casos la hipertensión endocraneana ocasiona vómitos repentinos sin náuseas.

     V. Desde luego en las kinetosis: mareo de mar, de los vuelos en avión e incluso de los sólo viajes en coche para personas especialmente sensibles.

     VI. Náuseas psicógenas emocionales son las provocadas por la visión, olfacción o incluso sólo noticias de situación repugnantes, que producen asco. También como neurosis de ansiedad. En las mujeres, que son (como los niños) más propensas que el varón a la náusea, ésta puede presentarse en relación con los accidentes sexuales: días premenstruales, embarazo, climaterio (coincidiendo con los sofocos), etc.

     VII. Pueden presentarse náuseas persistentes en la insuficiencia renal crónica y en los síndromes con pérdida salina e hiponatremia.

     VIII. Al comienzo de una crisis hipoglucémica espontánea, en el insulinoma o yatrógena.