Gangrenas tóxicas de origen alimentario.
Gangrenas tóxicas de origen alimentario. He aquí las principales:
A) Ergotinismo. Hoy son rarísimos los casos de intoxicación aguda o crónica por alimentos (sobre todo pan, que contenga cornezuelo de centeno: clavíceps purpúrea) o por la medicación ergotínica. Puede presentarse, a veces, en forma epidémica, cuando muchos individuos han comido del pan nocivo. Hay una contracción de las arteriolas que puede producir hiperplasia de la íntima y trombosis, con gangrena de los dedos (o de la nariz y orejas), extremadamente dolorosa. Otros signos: trastornos gástricos con vómitos y diarrea, sequedad de boca, vértigo, cefalea, parestesias, convulsiones, raramente paraplejía. El síndrome gangrenoso puede simular la enfermedad de Raynaud o la eritromelalgia. El diagnóstico puede ser muy difícil cuando los datos epidemiológicos han pasado inadvertidos.
B) Tal vez tiene también un origen toxicoalimentario el síndrome llamado Ainhum o in-yoon o dactolisis, observado en el trópico africano o americano, rara vez en Italia. Consiste en una endarteritis con necrosis y caída de los dedos, empezando por el meñique y luego los demás, sin dolor ni molestia alguna. Puede aparecer en forma familiar.
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