Funciones de Nutrición

Gracias al ininterrumpido intercambio ma­terial y energético que se establece entre los seres vivos y el medio, aquéllos se comportan como sistemas dinámicos en los que tiene lu­gar una serie de cambios o transformaciones de índole química que, en conjunto, constitu­yen sus procesos metabólicos o metabolismo. Para conservar su vida, reparar sus desgastes, crecer y desarrollarse, todo organismo precisa un aporte exógeno de substancias alimenticias y una fuente de energía con la que pueda llevar a cabo su transformación en materiales pro­pios. Teniendo en cuenta el tipo de substan­cias nutricias incorporadas y la manera como se adquiere la energía precisa para llevar a cabo su transformación, se distinguen dos tipos dis­tintos de nutrición: la autótrofa y la heterótrofa.

La primera se caracteriza por la síntesis de la materia orgánica a expensas de compues­tos inorgánicos y por el uso de la energía solar para la puesta en marcha de estas transforma­ciones; los seres heterótrofos, en cambio, no sólo son incapaces de utilizar esta fuente solar de energía sino que además deben partir de compuestos orgánicos ya preformados para sin­tetizar sus propios materiales.