Eritrodermia.

Eritrodermia.  Se designa con este nombre un conjunto, mal definido, de dermopatías, caracterizadas por la coloración roja, crónica, no debida sólo a la simple hiperemia vascular, sino, además, a alteraciones histológicas diversas, más profundas y permanentes, de la piel, generalmente descamantes y pruriginosas. El eritema es muy acentuado. La descamación puede ser foliácea o furfurácea. Las que más nos interesan son:

     A) Las eritrodermias leucémicas, que aparecen en forma nodular o difusa, sobre todo en las leucemias linfoides; también en las linfogranulomatosis. En la leucemia monocítica puede aparecer un exantema morbiliforme rosado, difuso, con prurito, como primera manifestación.

     B) Varias dermopatías tienen elementos marcadamente eritrodérmicos, como la pitiriasis rubra (Hebra); la dermitis exfoliativa (Wilson), que también tiene relación estrecha con las leucemias, principalmente linfoides; la eritrodermia de los lactantes (Leiner), y, sobre todo, el síndrome de Besnier-Boeck-Schaumann, de tanto interés para el internista (Þ).

     C) Las mismas causas tóxicas e infecciosas que producen el simple eritema pueden dar lugar a eritrodermias. El «síndrome del shock tóxico», producido por la infección con Staphylococcus aureus, ocurrente en mujeres que usan tampones vaginales, origina un cuadro febril agudo con eritrodermia difusa y descamativa, en palmas y plantas especialmente, seudoescarlatinosa, hiperemia de las mucosas, trastornos digestivos e hipotensión progresiva hasta el shock. Preceden mialgias, náuseas y vómitos (Þ).