Furúnculo y ántrax, en la diabetes.

En la diabetes.  Es de conocimiento clásico la frecuencia de los furúnculos y el ántrax en esta enfermedad; no es raro que, partiendo de ellos, se diagnostique la diabetes. Hay que considerar tres posibilidades:

     A) La más frecuente se refiere a la coincidencia de la furunculosis con la diabetes genuina. Puede ser síntoma precoz de la fase prediabética (Þ), por lo que, en las furunculosis reiteradas, debe investigarse, no sólo la glucosuria, sino la glucemia y la curva de glucemia. Aun siendo todos estos datos negativos, si el enfermo tiene herencia diabética positiva, debe pensarse en la diabetes.

     B) Algunos autores dicen que en las furunculosis repetidas y en el ántrax puede haber hiperglucemia sin verdadera diabetes, sin herencia positiva, sin que el curso ulterior demuestre la enfermedad diabética. Creo que estos casos son muy poco seguros; es más razonable pensar que se trate de diabetes iniciales que quizá no pasan nunca de esta fase.

     C) Se supone, y nosotros lo hemos confirmado, que en ciertos casos puede haber una retención de azúcar en la piel, sin hiperglucemia. Se trataría de una glucohistiquia cutánea (Urbach), acompañada o no de curva alta de glucemia (la cantidad normal de glucosa de la piel humana es de 58 mg por 100).