EL BOSÓN DE HIGGS

Las grandes estructuras creadas por el hombre no siempre se encuentran sobre la tierra, tal es el caso del gran colisionador de hadrones que se encuentra bajo la superficie terrestre en territorio europeo.

La inmensa estructura subterránea va a permitir desentrañar los fenómenos más ocultos de la física cuántica, incluso se comenta que se busca la partícula de Dios: el bosón de Higgs.

Existe una teoría planteada por Higgs que establece que la mencionada partícula fue la que permitió que algunas partículas del universo, en su origen luego del Bing Bang, adquirieran masa.

Hasta la fecha la evidencia científica experimental no ha logrado probar la existencia del bosón de Higgs, tarea que busca llevar adelante el gran colisionador de hadrones. Este complejo dependiente del Laboratorio Europeo de Física de partículas produce millones de colisiones de partículas de forma permanente, brindando una gran cantidad de datos, que deben ser analizados buscando el bosón de Higgs, que cumplió un rol clave en la génesis del universo.

El lugar que ocuparía el bosón de Higgs dentro de la teoría sería de brindar masa a partículas que no la poseen, modificando su comportamiento en la física cuántica.

Existen diversas teorías alternativas al bosón de Higgs que posibilita el brindar materia a las partículas sin masa, pero ninguna ha logrado probarse hasta la actualidad.

Solamente la teoría de Peter Higgs y sus colaboradores planteada en 1964 es la que logra explicar teóricamente y matemáticamente los cambios que se produjeron en la materia luego de producirse la explosión denominada Bing Bang. La teoría del bosón de Higgs permite explicar las características actuales del universo tal cual lo conocemos.

La evidencia experimental apoya la existencia del bosón de Higgs, incluyo se ha llegado a estimar su masa, pero no se han podido confirmar los datos obtenidos en diversos experimentos.

Muchos científicos alrededor del mundo utilizan los datos producidos por el gran colisionador de hadrones para interpretarlos y buscar datos que permitan confirmar y demostrar la existencia de la partícula divina. Los físicos y matemáticos de todo el mundo están realizando sus máximos esfuerzo para encontrar sentido a los datos, buscando un comportamiento característico de alguna de las partículas obtenidas de las colisiones continuas. Solamente es necesario tiempo para que se produzcan avances en el complejo tema de la física de partículas.