Convulsiones (convulsión febril, ataque epiléptico)
En la edad infantil, un ataque convulsivo puede ser una manifestación clínica de un síndrome febril, una pérdida de líquido, una enfermedad inflamatoria (meningitis, encefalitis), una intoxicación, una alteración metabólica, u traumatismo o una epilepsia idiopática.
La forma más frecuente es la convulsión febril que por lo general es de tipo tónico-clónica. Los datos que conducen a la etiología suelen obtenerse de los allegados del enfermo.
Sintomatología
Convulsiones tónico-clónicas
Mordedura de la lengua
Incontinencia urinaria
A veces, espuma en la boca
Pérdida de conciencia, sueño terminal
A veces, signos de infección, fiebre elevada
Medidas terapéuticas
? Posición: debe evitarse la autolesión: en trastornos de conciencia, posición lateral estable
? Mantenimiento de la permeabilidad aérea; si es preciso, administración de oxígeno
? Determinación de la glucemia (exclusión de una hipoglucemia)
En los ataques focales y un único ataque de gran mal no es precisa una medicación específica.
? Acceso venoso en todos los demás casos
Diazepam rectal o iv.
supositorios de 5/10 mg
ampollas de 10 mg
o
Fenitoína
1 amp. = 250 mg
max, 25 mg/min, lentamente;
control de presión y ECG
El efecto de la fenitoína se instaura más tarde pero dura más tiempo que el del diazepam. Pueden asociarse ambos medicamentos, con vigilancia de la situación circulatoria y respiratoria.
En caso de fiebre:
Paracetamol, sup., 125-500 mg
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