Ataxia por lesiones encefálicas.

Ataxia por lesiones encefálicas.  Estas formas de ataxia son raras y tienen el típico carácter de la unilateralidad; el enfermo presenta los síntomas motores, sensitivos, etcétera, propias de la localización de su lesión encefálica; y, además, ataxia, así como, otras veces, atetosis o corea. Citaré las más importantes:

     A) Ataxia talámica (hemiataxia). En lesiones que afectan a la región talámica, aparece la hemiplejía o hemiparesia, y algún tiempo después (excepcionalmente antes), una hemiataxia, ya sólo del brazo, ya del brazo y la pierna paralizados, pero predominando, por lo común, en el brazo. Suele acompañarse de los trastornos de la sensibilidad propios del síndrome talámico (Þ), que acaban de caracterizar el síndrome.

     B) Ataxia cortical (Bruns). En lesiones del lóbulo frontal (tumores) se produce una ataxia especial que afecta, sobre todo, a los músculos del tronco, que impide la estación en pie y hace la marcha extraordinariamente vacilante. Se parece a la ataxia cerebelosa y puede inducir, en efecto, al error de localizar la lesión en el cerebelo. Algunos le atribuyen un origen cerebeloso por compresión a distancia. Deben buscarse los otros síntomas del tumor frontal (Þ). También en abscesos cerebrales y en enfermedades difusas como la de Creutzfeldt-Jakob y en la de Wernicke o la arteriosclerosis.

     C) Ataxia temporal. Se han descrito casos de hemiataxia en lesiones del lóbulo temporal que se diagnosticarían por la coexistencia con la afasia sensorial (Þ) típica de esta localización.

     D) Ataxias bulbares y protuberacionales. Las lesiones de la protuberancia (Þ) y del bulbo (Þ) pueden acompañarse de hemiataxia.

    E) Ataxia cerebelosa. Es la más importante de las ataxias centrales, constituyendo uno de los síntomas típicos del síndrome cerebeloso (Þ). Algunas escuelas protestan de dar el nombre de ataxia a la marcha cerebelosa, que es una «marcha de ebrio». Pero es una ataxia y no una seudoataxia. Se diferencia de la ataxia tabética en la marcha con aspecto de borrachera, con las piernas muy separadas, con notoria vacilación, y no con el paso excesivo, pero relativamente seguro, del tabético. En la ataxia cerebelosa hay, además, hipermetría muy marcada, que se explora por varias maniobras (Þ); y, sobre todo, la ataxia cerebelosa no es influida, o lo es apenas, por la oclusión de los ojos (Romberg negativo), a diferencia del Romberg netamente positivo de los tabéticos. Puede acompañarse de ataxia del velo del paladar. Coexiste además asinergia, adiadococinesia, nistagmus, hipotonía y temblor.

     Para el diagnóstico etiológico hay que tener en cuenta que la ataxia cerebelosa se presenta no sólo en las lesiones del propio cerebelo, sino también de las vías espinocerebelosas: así ocurre en la esclerosis en placas, en las heredoataxias (tipo Friedreich y P. Marie), ya citadas, en los tumores de la fosa posterior, en intoxicaciones (alcoholismo, fenitoína y otras), en malformaciones congénitas al nivel del foramen magnum, a veces en el hipotiroidismo; hemiataxias en las lesiones bulbares o protuberanciales.

     Entre las enfermedades cerebelosas, aparte de las inflamatorias y neoplásicas, existe una forma degenerativa en la primera infancia de herencia recesiva, la ataxiatelangiectasia, en la que además de estos hallazgos aparece coreoatetosis e infecciones frecuentes por deficiencia congénita de IgA.



  • ataxia tabetica
  • ataxia de bruns
  • ataxia talámica

  • ataxia temporal

  • ataxia cortical

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