Radiación Ultravioleta
Su emisión es un resultado de los cambios de energía de los electrones orbitales de átomos de sustancias calientes en extremo. El Sol es la principal fuente natural de esta radiación, emitiendo una amplia gama de frecuencias ultravioletas. La mayor parte de la radiación ultravioleta de alta frecuencia energética («dura») y potencialmente peligrosa no alcanza la superficie de la Tierra, siendo absorbida por la atmósfera superior, cuyos gases ioniza, además de proporcionar la energía necesaria para crear y mantener la capa de ozono. La radiación ultravioleta de baja frecuencia («suave») penetra en la atmósfera; ayuda a producir el bronceado -y la vitamina D- en la piel humana, y es utilizada también en la fotosíntesis de las plantas verdes.
La radiación ultravioleta se puede producir artificialmente, haciendo pasar una corriente eléctrica a través de vapor de mercurio. Este método de producción, unido al hecho de que los rayos ultravioleta hacen fluorescer ciertas sustancias (especialmente los fósforos y la fluorita), se aprovecha en las lámparas fluorescentes.
La radiación ultravioleta se puede detectar de va rios modos. Aunque invisible a ojos humanos, impresiona la película fotográfica; de hecho, la película ordinaria es más sensible a determinadas frecuencias de la radiación ultravioleta que a la luz visible. Se pueden detectar también los rayos ultravioletas con pantallas fluorescentes y con algunos tipos de células fotoeléctricas.
Los rayos ultravioletas duros destruyen las células vivas, por lo que se emplean para esterilizar algunos alimentos preparados comercialmente. Los rayos ultravioletas suaves se usan a veces para tratar la deficiencia de la vitamina D. El efecto fluorescente de los ultravioletas se emplea también en la identificación de menas minerales y la prueba de materiales. Ciertos detergentes contienen asimismo sustancias llamadas aclaradores ópticos que fluorescen, aumentando así el brillo de los colores blancos.
Otro uso de los rayos ultravioletas está en la microscopía. Los microscopios ultravioletas son básicamente iguales que los microscopios ópticos convencionales, exceptuando que emplean una fuente de «luz» ultravioleta y reproducen la imagen en película fotográfica; utilizan además lentes de cuarzo o fluorita, más transparentes a los rayos ultravioletas que el vidrio normal. La principal ventaja de los microscopios ultravioletas es que pueden resolver detalles más finos que los microscopios ópticos convencionales.
Los ojos de los abejorros (izquierda), abejas y algunos otros insectos pueden detectar la radiación ultravioleta (invisible a ojos humanos). Por esa razón, a esos insectos los atraen flores que podrían parecemos más bien anodinas, pero que exhiben llamativas marcas vistas con luz ultravioleta. La hierba del asno se presenta a la luz diurna como una vulgar flor amarilla (centro), pero exhibe un llamativo dibujo oscuro si se fotografía con rayos ultravioletas (derecha). Este efecto se debe a que existen pigmentos en tomo al centro de la flor que absorben la radiación ultravioleta, por esa razón se ven oscuros en la fotografía inferior
- esterilización ultravioleta hierbas
para que se utiliza la fotosintesis
- los insectos pueden detectar radiación
Comentarios: