Masaje cardíaco

Junto a la respiración artificial -siempre, si es posible, con intubación-, el masaje cardiaco, en forma de masaje cardíaco externo, constituye una de las medidas básicas de la reanimación cardíaca.

El objetivo de esta medida es el mantenimiento de una función circulatoria mínima y/o la recuperación de un ritmo normal.

Indicación

Parada circulatoria, con independencia de su etiología

Principio

El flujo sanguíneo obtenido mediante masaje cardiaco se fundamenta en dos mecanismos:

1º. El corazón es comprimido entre el esternón y la columna vertebral.

 

masaje cardiaco

2° El masaje origina variaciones intratorácicas de la presión que estimulan la circulación sanguínea.

Posiblemente, ambos mecanismos tienen importancia, de forma alternante, si bien hay que tener en cuenta que incluso con una técnica correcta el “volumen minuto” sólo llega aproximadamente al 20-40% de su valor normal en reposo.

Técnica

El enfermo se halla echado sobre una superfìcie dura (preferentemente, sobre el Hielo).

Si el enfermo se halla encamado, conviene colocar una tabla bajo el dorso.

El socorrista se sitúa junto al enfermo, de pie o arrodillado.

La parte anterior del tórax debe estar desnuda -puede abrirse la vestimenta con una tijera de sastre-. Se palpará el borde inferior del esternón.

El punto de presión se halla a 5-7 cm, masaje cardiaco (1) es decir, a 3 traveses de  dedo por encima del extremo inferior del esternón (tercio inferior). Es útil marcar (por ejemplo, con la uña) el punto de presión a fin de conocer su situación en todo momento. La eminencia tenar de una mano se coloca exactamente en la línea media del esternón sobre el punto de presión. La segunda mano se coloca de forma paralela a la otra o bien cruzada encima. Los dedos pueden así extenderse o cruzarse entre sí, de forma que la presión no se realice con los dedos sino con la mano.

Durante el masaje, los codos deberán de estar extendidos y los hombros en la perpendicular del punto de presión. De esta forma la compresión se realizará verticalmente de arriba hacia abajo.

En los adultos, la compresión ha de ser de tal intensidad que el esternón descienda al menos 4-5 cm. En la fase de relajación, la presión será nula para que el tórax vuelva a su posición inicial. La fase de compresión y la de relajación han de ser de la misma duración (aproximadamente, 0,5 seg, cada una). Durante la relajación, las manos permanecen colocadas sobre el tórax. La frecuencia del masaje cardíaco debe ser de 60-100/min.

 

Método con 1 socorrista: 15 masajes cardíacos y 2 respiraciones asistidas

Método con 2 socorristas: 5 masajes cardíacos y 1 respiración

El control de la eficacia del masaje cardiaco se realiza principalmente mediante la palpación del pulso femoral. También es válida la palpación del pulso carotídeo.



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  • fundamento de masaje cardiaco

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