La Difracción

Difracción, Interferencia y Polarización

La difracción y la interferencia son efectos que pueden producirse con todos los movimientos ondulatorios, y con las ondas luminosas producen diversos resultados de importancia e interesantes. Los brillantes colores de las plumas del pavo real y las alas de algunas mariposas, por ejemplo, se deben a la difracción y la interferencia. La naturaleza ondulatoria de la luz da lugar también al fenómeno de la polarización, otro efecto con diversas aplicaciones importantes en la ciencia y la tecnología.

Difracción

Se llama difracción al cambio de dirección que se produce en las ondas cuando rebasan el borde de un obstáculo o pasan a través de un orificio pequeño. Las ondas se flexionan en tomo al borde en un grado que se relaciona con su longitud de onda: las de mayor longitud se refractan más que las cortas. El efecto no se nota de ordinario en los rayos de luz, al ser tan cortas sus longitudes de onda, pero se advierte fácilmente en las sonoras, que tienen longitudes de onda mucho mayores y, por ejemplo, se tuercen al pasar por encima de una pared, de modo que podemos oír fácilmente a alguien que, invisible a nuestros ojos, habla detrás de ella.

Se produce la difracción porque las ondas forman, a partir de su fuente, frentes de onda esféricos y expansivos. A una distancia grande de aquélla, actúan como si fuesen rectas, al ser tan grande el radio de la esfera. Pero cuando parte de la onda es bloqueada por un obstáculo, el frente de onda que toca con el borde de éste se expande en forma de esfera, igual que si ese borde fuera una nueva fuente de ondas.

Las plumas del pavo real son un alarde de iridiscencias cuando el macho exhibe la cola con ostentación para atraer a la hembra. Esos colores se deben a efectos de difracción producidos por la reflexión y difracción de las ondas luminosas en la sofisticada trama de las microscópicas bárbulas dispuestas a lo largo de las barbas de las plumas de la cola y pecho de la gallinácea.