Cianosis de las extremidades.

Cianosis de las extremidades.  La cianosis aparece en las extremidades (pies y, sobre todo, manos), ya formando parte de una cianosis general, ya por un trastorno de la circulación local. Este trastorno es la dilatación de los capilares, generalmente acompañado de elevación de la tensión venosa:

     A) Cuando la cianosis de las extremidades forma parte de la cianosis general, sus causas son las de esta cianosis general que acabo de estudiar. En todas estas enfermedades, la cianosis de las manos suele ser menos marcada que la de la cara. Tan sólo en las enfermedades congénitas del corazón puede ser más intensa la cianosis de los dedos y de las uñas (con dedos hipocráticos). Otra enfermedad general, frecuente, que produce cianosis predilectamente en las uñas, es la tuberculosis miliar aguda (Þ).

     B) La cianosis limitada a las extremidades se presenta en los casos siguientes:

    1. La acrocianosis o acroasfixia crónica es un estado benigno de desequilibrio de la circulación periférica por hipertonía arteriolar precapilar e hipotonía venular, con estasis capilar. Se caracteriza por el color amoratado de las manos, a veces con tinte rojizo; por la pastosidad muy típica de los tejidos, la frialdad y casi siempre, por la humedad debida a una transpiración permanente. Da, esta mano acrocianótica, la impresión de haber estado mucho tiempo sumergida en agua y no haberse secado bien después. Al ser comprimida, el sitio de la presión queda pálido durante más o menos tiempo. En los pies, la acrocianosis es menos frecuente (sin duda, por la protección de los zapatos); pero sí se observa en los tobillos. Las extremidades acrocianóticas son especialmente sensibles a los sabañones, a las infecciones, ya banales, ya específicas (por ejemplo, las tuberculosas), al eritema indurado. No es raro que las manos acrocianóticas se hagan hiperqueratósicas. El frío aumenta la acrocianosis y el calor la disminuye o hace desaparecer. No suele haber molestias subjetivas, o, a lo sumo, ligeras o intensas parestesias; pero ciertos enfermos están muy deprimidos y preocupados, secándose las manos constantemente. Puede haber trastornos tróficos de las uñas (maneras blancas, crecimiento lento, fragilidad). Hay hipertensión venosa, importante para diferenciarla del Raynaud (Þ).

      a) En el mayor número de casos, la acrocianosis coincide con estados de insuficiencia genital, sobre todo ovárica (manos hipogenitales, tobillo hipogenital), ya pura, ya acompañada de otros trastornos endocrinos (hipertiroidismo, hipotiroidismo, trastornos hipofisarios, insuficiencia suprarrenal). Suele ser muy marcada en la diabetes insípida (Þ). En el hombre, la mano hipogenital es menos frecuente; suele presentarse en tímidos sexuales (Þ), en todas las formas de eunucoidismo, o en los homosexuales verdaderos.

      b) En otros casos, la acrocianosis se presenta en personas jóvenes en las que no se puede descubrir ninguna alteración endocrina ni de otro orden. Coincide generalmente con el cuadro llamado «eritrocianosis crurum puellarum», que además de los pies afecta al tercio inferior de las piernas y es constitucional, por insuficiencia venosa y exposición al frío durante el invierno.

    2. Cianosis en el síndrome de Raynaud. En esta enfermedad, aunque se titula gangrena simétrica de las extremidades, el síntoma más llamativo suele ser la cianosis. Los ataques, descritos en (Þ), suelen comenzar por palidez de los dedos con parestesias, a la que sigue la cianosis y, al cesar ésta, una fase de fuerte hiperemia. La gangrena sobreviene tardíamente y sólo en los casos intensos. Hay, sin embargo, enfermos en los que predomina, sobre la fase de cianosis, la de palidez, cérea, cadavérica, con cianosis tan sólo en el extremo de los dedos afectados.

    3. En las embolias de los miembros (Þ), diagnóstico evidente. Suele predominar el aspecto marmóreo y la palidez. Además frialdad y asfigmia.

    4. En ciertas enfermedades nerviosas se presentan fenómenos vasomotores de las extremidades, con cianosis. Tal ocurre en todas las parálisis, centrales o periféricas, sobre todo en las edades juveniles. En las parálisis de la poliomielitis aguda, la cianosis de los miembros afectados puede ser muy intensa; cuando no se presenta indica un buen pronóstico respecto a la posible regresión de las lesiones.

    5. La «flebitis azul» —phlegmasia coerulea dolens— de una de las extremidades inferiores generalmente, constituye un ejemplo de cianosis regional asimétrica, con amenaza de gangrena distal, por tromboflebitis masiva difusa o por participación arterial (arteriosclerosis concomitante —o arteritis— o bien arteriospasmo colateral sostenido).

    6. Las arteriopatías estenosantes por aterosclerosis, tromboangeítis de Buerger, etc., pueden dar cianosis poco marcada que se acentúa con la marcha y palidez de las extremidades inferiores.



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