Otalgía Lesiones de otros órganos, con irradiación dolorosa al oído.

Dolor de oído (Otalgia) III. 

     III. Lesiones de otros órganos, con irradiación dolorosa al oído.  Gran número de lesiones de la boca, faringe y cuello pueden producir dolor auricular:

     A) Inflamaciones dentarias. En los niños sobre todo, el dolor del oído puede ser un indicio de erupciones dentarias difíciles. En el adulto, la otalgia puede aparecer a consecuencia de la erupción de la muela del juicio, sobre todo de la mandíbula inferior, así como de ciertas caries e infecciones dentarias.

     B) Todas las lesiones de la faringe pueden producir otalgia. En las amigdalitis, agudas o crónicas, el diagnóstico causal se hace fácilmente. Más interés tiene la otalgia como síntoma precoz de afecciones crónicas, como el cáncer de la amígdala o de la faringe o de la nasofaringe, y las ulceraciones tuberculosas o sifilíticas de estas regiones (Þ). También en la sinusitis maxilar o esfenoidal.

     C) Todos los procesos laríngeos (inflamatorios o tumorales) pueden presentar dolor irradiado al oído. Los síntomas funcionales laríngeos son tan precoces, que el diagnóstico de orientación se hace inmediatamente (Þ).

     D) Es muy frecuente el dolor irradiado al oído, más exactamente a la oreja, en las estrumitis, tiroiditis subaguda de De Quervain o cánceres del tiroides. A veces, es el síntoma inicial; por lo que, en todo portador de bocio, el dolor del oído debe hacer dirigir la atención hacia la posible inflamación de la glándula (Þ).

     E) En las neuralgias graves de la cara, en el tic doloroso, puede haber dolor en el oído, fácil de interpretar porque forma parte del síndrome neurálgico general (Þ).

     F) Se han descrito casos de dolores auriculares lancinantes, paroxísticos, en la tabes dorsal, análogos a los clásicos del tronco o las piernas (Þ).

     G) En algunos casos de parálisis facial hay un dolor auricular muy incómodo y rebelde (Þ).

     H) En la parotiditis epidémica (paperas).

     I) Retroauricular, cervical hasta mastoides, puede ser el dolor irradiado de un angor.