Intoxicaciones.

Intoxicaciones:

      A) La más frecuente es el arsénico; sobre todo la inyección intravenosa de salvarsán, atoxil, etc., ha sido responsable de un cierto número de encefalitis, a veces seguidas de parkinsonismo. Sin duda, estas encefalitis ocurren sobre enfermos sifilíticos y generalmente neurópatas, es decir, con sistema nervioso constitucionalmente vulnerable. Se consideran estas encefalitis arsenicales en sifilíticos, como inflamaciones toxiinfecciosas reaccionales (reacción de Herxheimer).

     B) Otros tóxicos susceptibles de producir encefalitis: plomo, óxido de carbono, sulfuro de carbono, y, sobre todo, manganeso (Þ). Una forma especial es la encefalopatía de la hemodiálisis, con episodios convulsivos, mioclonías y alteraciones del lenguaje. Suele acompañarse de anemia y osteomalacia. Llega a la demencia. Se ha demostrado su etiología tóxica: el aluminio acumulado en cerebro y en todo el organismo precedente del agua contenida en el líquido de diálisis.

     C) Como tóxica o toxiinfecciosa puede considerarse la encefalitis gravídica.

     D) La polioencefalitis superior hemorrágica de Wernicke puede incluirse aquí: ocurre en alcohólicos crónicos. Se caracteriza por su presentación repentina y la oftalmoplejía total, aparte de los síntomas generales y comunes a toda encefalitis (cefalea, vómitos, sopor o excitación, etc.). Probablemente juegan un papel decisivo los microtraumas repetidos.