Diagnóstico por ECG

El diagnóstico mediante ECG en la práctica medida urgente ha de limitarse al control cardiológico por monitorización. Para ello se utilizan 3 electrodos que se fijan al tórax del enfermo, de forma que en lo posible un eje cardíaco se halle dentro de las derivaciones.

Los impulsos registrados pasan al monitor en forma de ECG, aunque, por lo general, la curva resultante no corresponde a ninguna de las derivaciones «clásicas» del ECG standard. El ECG monitorizado por tanto no puede dar datos seguros,como, por ejemplo, los propios de un infarto de miocardio.

La monitorización es muy útil, sin embargo, en la vigilancia de las arritmias y de la frecuencia cardíaca. Sin ECG, no es posible realizar medidas especiales de reanimación como, por ejemplo, una desfibrilación.

Teniendo en cuenta las crecientes posibilidades terapéuticas de la Medicina de urgencia, antes del ingreso del enfermo en un hospital, la mayor parte de las UCI móviles están dotadas con un electrocardiógrafo de 3 o 6 canales. Su empleo supone un exacto conocimiento de la técnica de registro y de la interpretación de las curvas.